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AP-Washington.-Mientras se alista para dejar la dirección del Departamento de Optimización Gubernamental (DOGE), Elon Musk pidió a los periodistas en la Casa Blanca que le contaran un chiste antes de comenzar la rueda de prensa. Este gesto resaltó su carácter peculiar y poco convencional.
Durante su intervención en la Sala Roosevelt, el empresario defendió su gestión, a pesar de la polémica generada por sus decisiones, especialmente los despidos masivos que causaron revuelo en la administración federal y protestas dirigidas a su compañía Tesla.
Musk reflexionó con tono irónico sobre el nombre del DOGE, aludiendo a su origen como una criptomoneda humorística. Aunque planea retirarse parcialmente del ámbito público para centrarse en sus empresas, no ofreció detalles concretos sobre el futuro del departamento.
Reconoció que la experiencia ha sido desafiante y que, aunque no alcanzaron toda la eficacia deseada, sí lograron ciertos avances. También lamentó los ataques constantes que ha recibido, incluyendo la destrucción de autos Tesla como forma de protesta.
Controversias por los recortes del DOGE:
Las medidas de austeridad aplicadas por el DOGE han provocado múltiples demandas judiciales. Entre los conflictos más delicados están los intentos del departamento por acceder a información gubernamental reservada, como los registros de la Seguridad Social, lo que ha sido impugnado en los tribunales.
Además, los legisladores demócratas lanzaron esta semana una herramienta digital para rastrear los fondos federales bloqueados por el DOGE, elevando la tensión entre el Congreso y el Poder Ejecutivo por el control de los recursos públicos.
