Derek Jeter fue exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown este miércoles. Uno de los más grandes jugadores en la historia del béisbol y de los New York Yankees ya puede ser considerado un inmortal. Y lo hizo a lo grande: acompañado de Michael Jordan, y junto a su sobrino, quien se hizo famoso en internet el día en el que el campocorto se despidió del Yankee Stadium.
En la segunda fila de invitados, Michael Jordan, gran amigo de Jeter, hizo acto de presencia. Lo acompañó otro gran jugador del deporte de las alturas, Patrick Ewing, héroe en Nueva York.
El sobrino de Derek Jeter, quien se hizo famoso en las redes tras quitarse la gorra en la despedida del histórico campocorto en Yankee Stadium, también reapareció para esta memorable jornada. Cuatro años de diferencia entre las fotos, mismo sentimiento. Respeto.
Durante su discurso del Salón de la Fama, Derek Jeter agradeció a todos los periodistas… menos a uno: justo el que no votó por él para ser inducido a Cooperstown. Anótenle otro hit.
“Tuve un solo objetivo en mi carrera: ganar más que el resto… y lo hicimos“, confesó Jeter durante su discurso. También reflexionó sobre el juego, aconsejando a los jugadores en activo, así como a los más jóvenes que tiene un sueño como el que él tuvo:
“Este deporte requiere sacrificios, dedicación, disciplina y concentración. Entendemos que ninguno de nosotros es más grande que el juego. Cuida y respeta a los fanáticos. Recuerden lo que les dije al inicio: es más que un juego“, concluyó Jeter, con mucho carácter como nos acostumbró, sin derramar ni una lágrima.
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