AP-WASHINGTON-Estados Unidos extendió hasta el 8 de septiembre la prohibición de vuelos a Puerto Príncipe, Haití, debido a la creciente violencia de las pandillas. La medida, implementada inicialmente en noviembre tras ataques a aviones comerciales, responde a la crítica situación de seguridad en la nación caribeña. William O’Neill, experto en derechos humanos de la ONU, alertó que la violencia ha alcanzado niveles sin precedentes, sumiendo a la población en desesperación.
A pesar de los esfuerzos de la policía haitiana y una fuerza multinacional liderada por Kenia, O’Neill advirtió sobre el riesgo inminente de que la capital caiga completamente bajo el control de grupos criminales. Las pandillas han expandido su dominio más allá de Puerto Príncipe, ejerciendo violencia extrema a través de asesinatos, violaciones e incendios de infraestructuras esenciales como hospitales y escuelas. Según el experto, la impunidad y la complicidad de actores poderosos han permitido su consolidación.
Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, el poder de las pandillas ha crecido hasta controlar aproximadamente el 85 % de la capital. Como consecuencia, más de un millón de personas han sido desplazadas, viéndose obligadas a sobrevivir en campamentos improvisados, donde el hambre y la violencia sexual son alarmantes. La crisis humanitaria en Haití se agrava cada día sin soluciones inmediatas a la vista.
O’Neill instó a las autoridades haitianas a combatir la corrupción y la impunidad, factores clave en el fortalecimiento de estos grupos delictivos. Mientras la violencia persista, la comunidad internacional enfrenta el desafío de responder de manera efectiva a una crisis que amenaza con desbordarse aún más, poniendo en peligro la estabilidad del país y la seguridad de su población.