El balneario Fula (río Jayaco),esta ubicado en el municipio de Bonao, provincia Monseñor Nouel (norte), cercana a la capital dominicana.
No es la primera vez que este afluente se convierte noticia, está vez con su repentina crecida que provocó la muerte de unas 5 personas fallecidas. Hecho al igual que muchos otros nos mueve a reflexionar.
¿Qué está pasando con la gente que no respeta las señales, ni la bravura de un río que en más de una ocasión ha crecido y provocado más que susto muertes de niños, jovenes y adultos?
Es penoso ver cómo la falta de sentido común y deseos de sentarse en una silla en el medio del río en la noche a beber alcohol y la incapacidad de las autoridades que han permitido el establecimiento de estos negocios que al final solo provocan desgracia año tras año le den pie a la tragedia.
se recuerda que el 12 de noviembre del 2019 el río Fula, provocó un susto bien grande a los bañistas que ocupaban con regularidad su cauce, con mesas y sillas plásticas para recrearse, al aumentar su caudal tuvieron que salir corriendo para salvar sus vidas.
Y es que la inesperada crecida obligó a los bañistas a abandonar el río con celeridad.
En publicaciones en Twitter, en el mes de mayo del mismo año, muestraron cómo el mismo río creció cuando su curso era utilizado por los bañitas sin que se produjeran hechos que lamentar, en ese momento.
El 15 de febrero del año pasado también creció el río, llevándose todo a su paso, mesas, bebidas y personas que pudieron ser rescatadas gracias a Dios.
pero que es lo que pasa, la negligencia de la gente que convirtieron un lugar tan bello, en un lugar de diversión tipo discoteca, dónde en vez de disfrutar del ambiente lo dañan con música alta, lo ensucian con los desperdicios que no recogen, definitivamente un daño grave a esa río lugar paradisíaco para toda la familia que ahora se ha convertido en un espacio de terror.
