Mientras que el consumo de vino ha ido disminuyendo durante los últimos 20 años, las bebidas no alcohólicas están ganando terreno y permiten ganar nuevos clientes, según Frédéric Chouquet-Stringer, fundador de Zenothèque.
Sin embargo, este especialista, que es consultor y distribuidor de vinos desalcoholizados.Añade: «Legalmente, no existe un vino sin alcohol. Desde diciembre de 2021, la denominación ‘vino desalcoholizado’ está reservada para un vino cuya graduación alcohólica se ha reducido por debajo del 0,5%. Se obtiene mediante el proceso basado en la filtración o por calentamiento. Hoy en día, este mercado representa el 1% del mercado del vino. Pero el desarrollo es muy dinámico».
Si los consumidores se sienten cada vez más seducidos por este tipo de productos, es también por su calidad, coincide Marie-Pierre Lallez, enóloga de Burdeos.
Propietaria junto a su hermana Emmanuelle y su marido, Éric Lallez, de Vignobles Raguenot, admite que se tomó un tiempo para pensar antes de dar el paso. Pero su espíritu innovador se impuso.
Su gama desalcoholizada llamada «Tip Top» nació finalmente en septiembre de 2023: «Toda la riqueza del vino está ahí y de forma natural. No contiene aditivos, edulcorantes, saborizantes sintéticos ni taninos sintéticos. Los comentarios han sido bastante positivos». «Soy un poco revolucionaria», añade con una sonrisa pícara.
NUEVOS MERCADOS EN ÁFRICA
La cuvée desalcoholizada de esta productora ya se vende en los países del Golfo. Canadá y Suiza están interesados. También tiene clientes en Camerún, Costa de Marfil y Nigeria.
Samuel Bonzo, su distribuidor en Abiyán, está convencido: «A nuestros hermanos musulmanes también les gusta el buen vino. Excepto que el vino alcohólico no entra en el ámbito de la religión. Entonces, han pedido vinos sin alcohol. Nuestros clientes son supermercados, tiendas, bodegas, pero también restaurantes», explica.
El mercado sin alcohol está creciendo, especialmente entre los jóvenes. El 44% de los consumidores de vinos desalcoholizados tienen entre 18 y 25 años. Francia, Alemania, Finlandia y Países Bajos lideran la demanda. Pero también Noruega y Estados Unidos, que son grandes consumidores de vinos de bajo contenido alcohólico.
Están surgiendo nuevos conceptos de bares sin alcohol en Europa y en todo el mundo, desde Lieja hasta San Francisco, pasando por Dublín. Según Wine Paris & Vinexpo Paris, el mercado mundial de productos sin alcohol superó los 11,000 millones de dólares en 2022.
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