Después de varios años de lucha, la selección femenina de fútbol de Estados Unidos y la Federación de fútbol de ese país cerraron su disputa por discriminación salarial con un acuerdo por el cual las jugadoras recibirán 24 millones de dólares como indemnización y tendrán el mismo sueldo que el combinado masculino.
El dinero se repartirá entre las 22 integrantes del equipo estadounidense (a razón de 1 millón de dólares por jugadora) y lo que resta se destinará a una cuenta pensada para apoyar a las mujeres futbolistas una vez terminada su carrera y también para campañas solidarias relacionadas con el fútbol femenino.
“Llegar a este día no fue fácil. Las jugadoras del equipo nacional femenino de Estados Unidos alcanzaron un triunfo sin precedentes mientras trabajaban por la igualdad de salario para ellas y futuras atletas. Hoy, reconocemos el legado de las pasadas líderes del equipo que ayudaron a hacer posible este día, además de a las mujeres y niñas que las seguirán. Juntos, les dedicamos este momento”, explica el texto.
La Federación también se comprometió a asegurar el pago igualitario entre hombres y mujeres de la selección a partir de este momento.
Una disputa que duró 5 años
Esta disputa comenzó en 2016 con una queja que cinco jugadoras de la selección presentaron ante la Comisión de Oportunidades e Igualdad en el Empleo de EE.UU. (EEOC) por discriminación salarial.
Esas cinco futbolistas que dieron un paso al frente fueron Megan Rapinoe, Alex Morgan, Carli Lloyd, Becky Sauerbrunn y Hope Solo.
Tres años más tarde, 28 jugadoras de la selección estadounidense denunciaron a la Federación por los mismos motivos en una corte federal de California (EE.UU.)