Carlos III es desde este sábado y de manera oficial nuevo rey de Inglaterra, tras la muerte de su madre, Isabel II. El Consejo de Ascensión, reunido en el Palacio de St. James, en Londres, ha proclamado con una ceremonia solemne al nuevo soberano, que con 73 años inicia una nueva era en un Reino Unido que se enfrenta a las consecuencias del divorcio con la Unión Europea, los deseos de independencia de Irlanda del Norte y Escocia y a un invierno ‘caliente’ por la crisis en Ucrania y sus consecuencias económicas.
Carlos se convirtió en rey automáticamente en el momento en que murió su madre, el pasado jueves, por lo que la proclamación ha sido ceremonial. La Coronación será dentro de varios meses, con toda la pompa y la tradición que envuelve a la monarquía británica.
El Consejo de Ascensión está formado por miembros de la familia real y 200 figuras relevantes de la sociedad y la política. El acto ha dado comienzo de la mano de la presidenta del Consejo del Consejo Privado del rey, Penny Mordaunt, que ha anunciado formalmente la muerte de la reina y se ha procedido a leer la proclamación: «El príncipe Carlos Felipe Arturo Jorge es ahora Carlos III». Los presentes han respondido al unísono: «Dios salve al rey». Entre los asistentes, en primera fila, estaban seis ex ‘primeros ministros’: Tony Blair, Boris Johnson, Gordon Brown, David Cameron y Theresa May.
En la segunda parte de la ceremonia, Carlos ha realizado una breve intervención desde el Salón del Trono, en la que ha ensalzado la figura de su madre y ha dicho ser «consciente» de los «deberes y pesadas responsabilidades» que conlleva la Corona.
«Para todos nosotros como familia, como para este reino y la más amplia familia de naciones de la que forma parte, mi madre dio un ejemplo de amor de por vida y de servicio desinteresado. Su reinado fue inigualable en su duración, su dedicación y su devoción. Incluso mientras nos afligimos, damos gracias por esta vida tan fiel», ha dicho el rey.
«Al asumir estas responsabilidades, me esforzaré por seguir el inspirador ejemplo que se me ha dado en la defensa del gobierno constitucional y por buscar la paz, la armonía y la prosperidad de los pueblos de estas islas y de los reinos y territorios de la Commonwealth en todo el mundo», ha añadido Carlos en el simbólico ritual de traspaso de poderes.
El soberano ha pronunciado también un juramento de lealtad a la nación, que ha firmado posteriormente y ha emitido su primera orden, que el día del funeral de la reina será declarado festivo nacional; aún no hay fecha confirmada pero se espera que sea el lunes 19 de septiembre. La proclamación ha sido rubricada por el príncipe Guillermo, el nuevo heredero, por la reina consorte, Camila, y por otros testigos del momento histórico como la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon.
A continuación, desde el balcón de St. James, custodiado por la guardia real, la proclamación ha sido anunciada al público congregado en el palacio. Una tradición destinada a que el pueblo conociera el cambio de soberano, antes de que existieran las redes sociales. El resto del país ha seguido la ceremonia por primera vez a través de la BBC, que estos días bate récords de audiencias y que se proyecta en la mayoría de bares y restaurantes de la capital. Los londinenses aún tienen que acostumbrarse al «Dios salve al rey», después de 70 años de reina. Hasta el momento era un himno que solo habían visto y oído en blanco y negro, durante el reinado del padre de Isabel II, el rey Jorge.
AGENDA OFICIAL
El texto que confirma oficialmente a Carlos III como nuevo rey de Inglaterra se ha leído en Londres, Edimburgo, Cardiff y Belfast y ha dado paso a unas salvas de cañón en la capital, 41 en Hyde Park y 62 la Torre de Londres. Las banderas, que ondean a media asta desde la muerte de la reina, han vuelto a subirse durante 24 horas para honrar al nuevo rey, pero luego volverán a media asta.
A lo largo de este sábado, el nuevo rey comenzará su agenda oficial con audiencias en Buckingham, a donde ya ha regresado tras ser proclamado rey, de nuevo entre ovaciones de la multitud que desde hace días se reúne frente al palacio. Ayer ya se mostró cercano, estrechando manos e incluso besando mejillas, algo que no hacía su madre, la reina. En primer lugar, recibirá al arzobispo de Canterbury y a continuación a Liz Truss, con quien despachó ayer por primera vez, y a su gabinete de ministros. Después será el turno de la oposición, liderada por el laborista, Keir Starmer. Los diputados se han reunido de nuevo este sábado en el Parlamento para prestar juramento al nuevo rey y seguir rindiendo homenaje a la reina, como ya hicieran ayer en una sesión especial de la Cámara de los Comunes, ya que los asuntos gubernamentales han sido suspendidos.
Para terminar esta jornada histórica para el Reino Unido, Carlos III recibirá en privado al deán de Westminster, David Hoyle.
El MUNDO
