La inflación de Estados Unidos alcanzó un récord histórico de 9.1%, algo que no se veía en más de 40 años, pero el presidente Joe Biden defiende que el dato de su propia administración no refleja la baja en el precio de la gasolina en los últimos 30 días.
“Si bien la lectura de la inflación general de hoy es inaceptablemente alta, también está desactualizada”, afirma el mandatario.
La inflación pasó del 8.6% al 9.1%, siendo la energía el de mayor impacto en el índice, ya que subió de 3.9 al 7.5%, sumando el 41.6 por ciento en el ajuste de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Los productos energéticos en general significaron un aumento del 4.5 al 10.4 por ciento sumando el 60.6 por ciento. Ahí se integran la electricidad, energía verde, gas natural, metano y la mayoría de los productos de combustible a base de petróleo.
Mientras que las gasolinas pasaron del 4.1 al 11.2 por ciento para alcanzar el 59.9% del índice mensual.
Aunque Biden reconoce que el sector energético representó casi la mitad del aumento mensual de la inflación, cita que hay un desajuste en el reporte, el cual no considera algunas bajas, algo que también marca el Departamento del Trabajo.
“Los datos de hoy no reflejan el impacto completo de casi 30 días de descensos en los precios de la gasolina, que han reducido el precio en las centros de servicio en unos 40 centavos desde mediados de junio”, afirmó Biden.
El mandatario también destaca que los precios de otras materias primas, como el trigo, han caído considerablemente desde este informe, por lo que apuntala que la “inflación subyacente”, es decir, aquella que no considera los alimentos ni los energéticos, se mantiene en alrededor del 6%.
“Es importante destacar que el informe de hoy muestra que lo que los economistas llaman ‘inflación subyacente’ anual se redujo por tercer mes consecutivo, y es el primer mes desde el año pasado en el que la tasa… está por debajo del seis por ciento”, defendió Biden.
