Aumentan los vuelos de deportación desde EE. UU. a República Dominicana, uno de los países con más retornos

República Dominicana se ha convertido en uno de los principales destinos de vuelos de deportación procedentes de Estados Unidos, según un informe destacado recientemente por The New York Times. El incremento en las expulsiones ocurre en el marco de un endurecimiento de las políticas migratorias impulsadas tras el regreso al poder del expresidente Donald Trump.

De acuerdo con datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en los últimos meses se han registrado múltiples vuelos semanales con personas deportadas hacia Santo Domingo y otras ciudades del país caribeño. La mayoría son inmigrantes detenidos por falta de estatus legal, aunque también hay casos de residentes legales con antecedentes penales menores.

El aumento ha generado una mezcla de alarma y resignación entre familiares y comunidades dominicanas en Estados Unidos, que temen ser los próximos en la lista. A su vez, las autoridades dominicanas han tenido que reforzar los protocolos de recepción en los aeropuertos y ampliar los programas de reintegración para quienes regresan sin redes de apoyo ni medios para rehacer su vida.

“Estamos viendo una política migratoria sin compasión. Hay personas que vivieron más de 20 años en EE.UU. y hoy son devueltos con una maleta plástica y sin recursos,” comentó Rosa Emilia Pérez, defensora de derechos humanos en Nueva York.

Según cifras oficiales, República Dominicana se encuentra ahora entre los cinco países del hemisferio occidental con mayor número de ciudadanos repatriados, junto con México, Guatemala, Honduras y El Salvador. La situación también ha puesto presión sobre el sistema social y económico dominicano, que no siempre está preparado para recibir a miles de retornados al año.

“Las deportaciones afectan no solo a quienes regresan, sino también a sus familias, comunidades y economías locales en ambos países,” explicó el sociólogo Edwin Torres, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

El gobierno dominicano ha reiterado su compromiso con el respeto a los derechos de los deportados, pero organizaciones civiles demandan mayor cooperación con EE. UU. para garantizar procesos más humanitarios y menos abruptos.