El aumento continuo de inmigrantes enviados a NYC pronto podría llegar a 75,000 personas, predijo ayer el propio alcalde Eric Adams, al comparar ese impacto en la ciudad con el de la pandemia de COVID-19.
La sorprendente cifra representaría un aumento asombroso, casi seis veces superior a los 13,600 que ya han llegado a la ciudad desde la primavera y forzaron el sistema de refugios hasta cerca de lo que el mismo Adams ha llamado su “punto de ruptura”.
Durante una aparición en la estación de radio por Internet Caribbean Power Jam, con sede en Brooklyn, Adams dijo que la afluencia de inmigrantes era “hasta 13,000 ahora… Y podríamos obtener entre 50 y 75” mil, predijo.
“Hemos podido clasificar el tratamiento de esto como una crisis humanitaria”, añadió, citado por New York Post. Adams también defendió su decisión de abrir la primera de al menos dos tiendas de campaña para migrantes en una playa de El Bronx y su propuesta de albergar a migrantes en cruceros.
En su alegato afirmó que en 2020 “Utilizamos todo lo que teníamos que hacer para superar esta emergencia (coronavirus) de manera humanitaria. Y lo estamos haciendo ahora”.
En ese contexto, el alcalde demócrata de Nueva York está buscando desesperadamente al menos $500 millones de dólares en fondos federales para hacer frente a la avalancha de inmigrantes, “lo que lleva a los críticos bipartidistas a cuestionar por qué simplemente no exige que el presidente Biden detenga el flujo desde México”, cuestionó New York Post.
Según ese diario conservador, el ayuntamiento solicitó en privado a la Casa Blanca ese dinero en efectivo de emergencia a mediados del verano, diciendo que cubriría sólo el gasto de un año para los inmigrantes.
Diario NY
