La Dieta Mediterránea está considerada como una de las más saludables del mundo. Anna Bach, nutricionista y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en una entrevista concedida a EFESalud, nos habla de los beneficios de esta dieta que, además, afirma que es “mucho más que alimentarse”.
Algunos de los factores que la convierten en una dieta tan saludable son la preferencia por alimentos de temporada, frescos y poco procesados. Pero también, como afirma la nutricionista, otros parámetros como un buen descanso por la noche e incluso durante el día (siesta), la moderación de las porciones, y la socialización en las comidas, la complementan.
Asimismo, desde la UOC recuerdan que la dieta mediterránea es patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO, debido a sus múltiples beneficios para la salud de las personas. Esto se debe, en gran medida, al alto contenido en aceite de oliva y grasas cardiosaludables y a su composición global.
Diez beneficios de la dieta mediterránea
La profesora Anna Bach nos ofrece diez beneficios concretos que tiene la dieta mediterránea para nuestra salud general:
1. Mejora la esperanza de vida: La dieta mediterránea reduce en un 9 % la mortalidad y el riesgo de mortalidad en personas con sobrepeso u obesidad.
2. Disminuye el envejecimiento prematuro de las células: La capacidad antioxidante de la dieta mediterránea puede ayudar a combatir el estrés celular y a conservar la longitud de los telómeros.
3. Puede prevenir las enfermedades cardiovasculares: Gracias a la baja composición en grasas saturadas y al elevado contenido en grasas saludables, como el aceite de oliva.
4. Reduce la obesidad y el síndrome metabólico en personas sanas o en riesgo: La dieta mediterránea contribuye a rebajar los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.
5. Tiene un efecto protector contra las enfermedades asociadas a la edad: Como las patologías neurodegenerativas y el deterioro cognitivo.
6. Disminuye la incidencia de diabetes tipo 2: Una alimentación rica en hidratos de carbono y aceite de oliva hace que los niveles de glucosa de nuestro cuerpo se regulen.
7. Es beneficiosa para el sistema inmunitario: Por sus micronutrientes, como las vitaminas (D, B, C), los minerales (selenio, magnesio) y el omega-3 del pescado.
8. Mejora la salud de los huesos: Tiene un papel clave en el mantenimiento de la masa ósea y la prevención de fracturas óseas.
9. Favorece el bienestar físico: Consumir alimentos de base vegetal de temporada, frescos y poco procesados y hacer ejercicio físico contribuye a un estilo de vida saludable.
10. Ayuda a mantener equilibrada la microbiota intestinal: Gracias al alto contenido en fibra de los alimentos y la presencia de probióticos naturales.
¿Seguimos comiendo bien?
“En las últimas décadas, ha habido una “transición alimentaria” donde el consumo de las proteínas animales ha aumentado notablemente, junto a las calorías vacías de azúcares refinados, grasas y alcohol”, afirma la nutricionista. Esto es debido a factores socioeconómicos y culturales y nos hace alejarnos del patrón de la dieta mediterránea tradicional.
Además, Bach nos recuerda que “la evidencia científica nos dice que un consumo elevado de carnes rojas y procesadas, productos ricos en azúcares, sal y grasas de mala calidad están asociados a un mayor riesgo de enfermedades crónicas, diversos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en general, mientras que un consumo elevado de verduras, hortalizas, frutas, legumbres, pescado y cereales integrales está asociado a un efecto de protección frente a las mismas”.
Por todos los beneficios que aporta a nuestra salud general, la experta de la UOC indica que es crucial mantener el patrón de dieta mediterránea en nuestro contexto actual, ya que la alimentación es un determinante del estado de salud de las personas.
¿Cómo alimentarnos “mediterráneamente”?
Por último, esta experta nos da las pautas necesarias para llevar a cabo una buena dieta mediterránea.
En primer lugar, nos recuerda que es aconsejable respetar las proporciones del plato y la pirámide alimentaria de la dieta mediterránea. Debemos ser conscientes de las cantidades, frecuencias y proporciones de la comida.
Así, añade que “tanto en el plato como la pirámide destacan la necesidad de frutas, verduras y cereales integrales en las comidas a complementar con el resto de alimentos para asegurar las proteínas saludables y la hidratación”.
Sin embargo, no solamente debemos preocuparnos de lo que comemos, sino que es importante cuidar nuestra salud general para mantenernos saludables.
“La dieta mediterránea es mucho más que una forma de alimentarse: comparándola con los platos o pirámides alimentarias de los cinco continentes, se ha observado que las pautas de la dieta mediterránea son las únicas que incorporan recomendaciones alimentarias claras y hacen alusión a la actividad física, a factores socioculturales y económicos, y al medioambiente”, recuerda Anna Bach.
EFE