Tim Walz y JD Vance arremetieron el martes contra los compañeros de fórmula del otro durante un debate vicepresidencial que inició con una discusión sobre los crecientes problemas a nivel nacional e internacional: Un huracán que arrasó con gran parte del sureste de Estados Unidos y los temores de que se produzca una guerra regional en Oriente Medio.
Tanto el demócrata Walz, gobernador de Minnesota, como el republicano Vance, senador por Ohio, centraron muchas de sus líneas de ataque, en buena parte cordiales, en los candidatos a la presidencia, como suele ocurrir en los debates vicepresidenciales. Cada uno apuntó a las crisis del momento como un motivo para que los votantes elijan a la vicepresidenta Kamala Harris o al expresidente Donald Trump en noviembre.
El debate se llevó a cabo en las últimas semanas de una campaña electoral que ha estado definida por ataques fuertes y personales, así como convulsiones históricas, incluido el abandono de un candidato y dos intentos de asesinato en contra de otro. Las encuestas señalan que Harris y Trump están enfrascados en una reñida contienda mientras empieza la votación anticipada en distintos puntos del país, lo que da más peso a todo lo que pueda influir en los votantes indecisos, incluida la impresión que dejen los candidatos a la vicepresidencia.
El acalorado tono de la campaña fue reemplazado en gran medida por profundas discusiones políticas, y los candidatos señalaron en ocasiones que estaban de acuerdo con lo que decía el otro —incluso mientras esbozaron posturas opuestas sobre el futuro del país.
En un momento en el que Walz dijo que su hijo adolescente había presenciado un tiroteo en un centro comunitario, Vance expresó empatía.
«Lo siento por eso. Cristo ten piedad», dijo Vance.
«Lo agradezco», respondió Walz.
El expresidente Trump, que trató de llamar la atención el martes al publicar comentarios en tiempo real en internet durante el debate, fue uno de los principales temas mientras Walz y Vance debatían si los estadounidenses deberían enviarlo de regreso a la Casa Blanca.
Walz indicó que Trump se equivocaba en cuanto a los problemas del país y lo retrató como un gobernante caótico. Vance le rebatió en cada respuesta y defendió al hombre al que alguna vez criticó duramente.
«Lo que es fundamental aquí es que el liderazgo estable será de importancia», dijo Walz en respuesta a una pregunta sobre la situación en Oriente Medio. «Y el mundo lo vio en ese debate de hace unas semanas, un Donald Trump de casi 80 años de edad hablando sobre el tamaño de las multitudes no es lo que necesitamos en este momento».
En su réplica, Vance alegó que Trump es una figura intimidante cuya presencia en la escena internacional es su propio elemento disuasorio.
«El gobernador Walz puede criticar los tuits de Donald Trump, pero la inteligente y eficaz diplomacia y la paz a través de la fuerza son la forma de devolver la estabilidad a un mundo muy dividido», afirmó.
El debate en Nueva York, organizado por la cadena CBS News, comenzó con un tono sobrio que reflejaba la creciente preocupación nacional e internacional en materia de seguridad. Pero dio paso a ataques más agudos tanto de Walz como de Vance, y a un momento en el que los moderadores interrumpieron la discusión apagando los micrófonos de los dos aspirantes.