Víctimas de tiroteos en Uvalde y Buffalo testifican ante el Congreso; piden cambios

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El centro educativo donde ocurrió el tiroteo. (FUENTE EXTERNA)

Víctimas de los recientes tiroteos masivos en Uvalde, Texas y Buffalo, Nueva York, junto a familiares y otros testigos, testificaron ante congresistas ayer miércoles en una audiencia centrada en lo que se ha catalogado como una «epidemia» de violencia armada en Estados Unidos.

El Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara Baja escuchó a varios grupos de testigos de las recientes masacres.

Hablaron Zeneta Everhart, madre de Zaire Goodman, de 20 años, quien recibió un disparo en el cuello y sobrevivió al tiroteo de Buffalo; Roy Guerrero, el único pediatra de Uvalde que también ayudó a tratar a las víctimas; Félix Rubio y Kimberly Rubio, la madre de Lexi Rubio, asesinada a tiros en Uvalde; y Miah Cerrillo, una estudiante de cuarto grado en la Escuela Primaria Robb que sobrevivió al tiroteo después de untarse la sangre de su compañera de clase muerta y fingir estar muerta.

Los testigos le rogaron a los miembros del Congreso que tomen medidas legislativas para prevenir futuros tiroteos masivos en el país.

LOS RELATOS DE VÍCTIMAS Y FAMILIARES

Uno de los relatos más escalofriantes de la jornada fue el de Miah Cerrillo, de 11 años. Cerrillo dijo que estaban mirando una película en el salón de clases cuando ingresó el atacante armado

“Fuimos a escondernos detrás del escritorio de mi maestra, él (pistolero) primero baleó una ventana para entrar al salón adjunto y por una puerta que conectaba las dos aulas entró luego entró al nuestro, le dijo a mi maestra ‘buenas noches’ y le disparó en la cabeza. Luego le disparó a algunos de mis compañeros”, dijo la niña por medio de un video pregrabado. 

“Luego le disparó a mi amiga y (el pistolero) se fue, entonces me cubrí de su sangre, me mantuve callada y luego llame al 911”, agregó. 

Roy Guerrero, médico pediatra de un hospital local de Uvalde, describió lo que vio al recibir a las víctimas de la masacre escolar. 

“Una camisa blanca de Lilo y Stitch que una niña llevaba estaba cubierta de sangre cuando ingresó a la sala de emergencias y sangraba del hombro debido a una herida de bala ”, dijo Guerrero sobre una de las víctimas. 

“Los cuerpos de dos niños habían sido mutilados por las balas que les dispararon, decapitados, estaban despedazados”, agregó el médico en una gráfica descripción de los sucesos. 

Los padres de Lexi Rubio, una de las niñas asesinadas en Uvalde, recordaron a su hija: 

“No queremos que piense en Lexi como solo un número. Ella era inteligente, caritativa y atlética. Era tímida al menos que tuviera algo importante que quisiera expresar”, dijo Kimberly Rubio, la madre de la pequeña.

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