LONDRES — Gran Bretaña se convirtió el viernes en el último país en suprimir el denominado «impuesto a los productos menstruales», al eliminar la carga fiscal sobre la venta de artículos sanitarios para mujeres.
La medida fue celebrada por defensores de los derechos de las mujeres y por los seguidores de la salida del país de la Unión Europea. En su presupuesto de marzo, el ministro de Hacienda, Rishi Sunak, se comprometió a acabar con el impopular gravamen sobre tampones y toallas sanitarias, pero la modificación solo pudo implementarse tras la salida definitiva de Gran Bretaña del espacio económico de la UE.
Según la normativa de la UE, los países del bloque no pueden reducir el IVA de los productos menstruales por debajo del 5%, ya que se consideran bienes de lujo y no esenciales. Irlanda es el único miembro de la UE que no aplica impuestos a los productos sanitarios, ya que su tasa impositiva cero estuvo vigente antes de que la Unión Europea impusiera su umbral.
«Los productos menstruales son fundamentales, por lo que es justo que no cobremos IVA», comentó Sunak. «Ya hemos implementado productos menstruales gratuitos en escuelas, universidades y hospitales, y este compromiso nos acerca aún más a hacerlos accesibles y asequibles para todas las mujeres.»
Gran Bretaña dejó oficialmente el jueves el extenso mercado único del bloque, que incluye personas, bienes y servicios, lo que le otorga mayor libertad para establecer sus propias leyes. Un nuevo acuerdo comercial con la UE traerá restricciones y trámites burocráticos adicionales, pero para los defensores británicos del Brexit, significa recuperar la independencia nacional frente a las regulaciones de la UE. Subrayaron la eliminación del impuesto a los productos menstruales como un cambio positivo del Brexit.
Varios otros países también han suprimido el impuesto sobre productos de higiene femenina, incluidos Australia, Canadá e India. En Estados Unidos, varios estados, como Nueva York y Florida, también han eliminado el gravamen.