Un informe reciente de la U.S. Travel Association ha encendido las alarmas en el sector turístico estadounidense: la desconfianza creciente de los turistas extranjeros hacia Estados Unidos podría representar una pérdida de $12,500 millones de dólares en ingresos durante 2025. Factores como los largos tiempos de espera para visas, políticas migratorias más restrictivas y la percepción de inseguridad en algunas ciudades están desalentando a potenciales visitantes.
El reporte destaca que en los últimos dos años, los destinos preferidos por viajeros internacionales se han desplazado hacia países europeos y asiáticos, favoreciendo lugares como España, Francia, Japón y Tailandia. Ciudades como Nueva York, Miami, Las Vegas, Orlando y Los Ángeles, que dependen en gran medida del turismo extranjero, podrían enfrentar una caída significativa en reservas hoteleras, consumo en restaurantes, compras y visitas a atracciones turísticas.
Geoff Freeman, presidente de la U.S. Travel Association, señaló que la situación podría afectar la recuperación plena del turismo post-pandemia en Estados Unidos, poniendo en riesgo miles de empleos en el sector. “Si no se mejora la experiencia de viaje, los tiempos de visa y la seguridad percibida, el país seguirá perdiendo competitividad turística a nivel global”, advirtió.
Actualmente, los tiempos de espera para una visa de turista en países como Colombia, India y Brasil superan los 300 días, según datos del Departamento de Estado. Esto ha frenado significativamente los viajes familiares, de compras y de ocio hacia EE. UU., en un momento donde la competencia internacional por atraer visitantes está más activa que nunca.
El sector turístico representa cerca del 2,8 % del PIB estadounidense y genera más de 9 millones de empleos directos e indirectos, por lo que una caída de esta magnitud tendría efectos directos en la economía nacional.