En 2024, más de 1,100 mujeres fueron asesinadas en siete países de Centroamérica y el Caribe, reflejando un alarmante aumento de feminicidios y muertes violentas relacionadas con el género. Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, El Salvador y República Dominicana fueron los países más afectados, con cifras que revelan un incremento en la violencia machista.

La impunidad y la ineficacia de los sistemas judiciales de la región permiten que muchos de estos crímenes queden impunes, exacerbando la crisis de derechos humanos que enfrentan las mujeres. Activistas denuncian que las instituciones responsables no actúan de manera efectiva para proteger a las mujeres y erradicar la violencia basada en género, lo que sigue poniendo en peligro a miles de mujeres en la región.