El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunieron ayer martes en la capital mexicana donde abordaron el nuevo programa migratorio estadounidense, el combate al tráfico de fentanilo y el fallido asalto a la democracia en Brasil.
Ambos mandatarios mantuvieron una reunión bilateral en el Palacio Nacional de México el día antes de celebrar junto al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, la X Cumbre de Líderes de Norteamérica.
La Casa Blanca informó en un comunicado que Biden y López Obrador «reafirmaron su compromiso para implementar políticas innovadoras para frenar la migración irregular».
Discutieron «el reciente anuncio» sobre inmigración de Estados Unidos, que prevé entregar 30,000 permisos mensuales a venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos, pero deportar inmediatamente a México a aquellos que crucen la frontera de forma irregular.
También se comprometieron a «atender las causas de raíz de la migración» en el continente.
Los presidentes evaluaron además estrategias para perseguir a narcotraficantes y cerrar laboratorios donde se produce fentanilo, un sintético causante de buena parte de las muertes por sobredosis en Estados Unidos.
«El presidente Biden y el presidente López Obrador hablaron de las protestas violentas de Brasil y reiteraron el apoyo de Estados Unidos y de México a la voluntad del pueblo brasileño y a su democracia», dijo la Casa Blanca sobre el asalto del Congreso, la Presidencia y el Tribunal Supremo por parte de ultraderechistas.
EFE