Tu relación con el dinero puede mejorar

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Evitar las compras compulsivas, ahorrar sin presionarnos a nosotros mismos en exceso y marcarnos unos objetivos realistas que no sean demasiado estrictos son algunas estrategias que nos ayudarán a disfrutar de un estado financiero más saludable, según la neurocientífica y doctora en Psicología Mira Fauth-Bühler. 

“Nuestros cerebros no se han desarrollado para tomar decisiones financieras inteligentes. Sin embargo, para ahorrar dinero no hace falta luchar contra nuestra naturaleza humana, sino adaptar las estrategias de ahorro al funcionamiento de nuestro cerebro”, explica la doctora alemana Fauth-Bühler.

Un primer paso hacia un gasto más consciente es analizar nuestros patrones de consumo e identificar los factores (como la temporada de Rebajas en las tiendas) y las situaciones (como comprar tras haber tenido “un mal día”) que nos incitan a gastar de modo compulsivo, para así poder evitarlo, según esta experta. 

  Aunque muchas de las causas que nos generan ansiedad respecto a nuestras finanzas personales no son controlables, podemos cultivar e incorporar a nuestra vida algunos hábitos que inciden positivamente en la toma de decisiones económicas, haciendo que éstas sean más conscientes y provechosas, mejorando así nuestro bienestar emocional, según el banco en línea N26.  

La doctora Fauth-Bühler sugiere mantener tres conductas clave para alcanzar el bienestar financiero. Por su parte, los analistas del banco N26 proponen una serie de mensajes de refuerzo psicológico para tenerlos a la vista o repetírselos a uno mismo, como recordatorio y estímulo para aplicar cada una de las estrategias recomendadas por Fauth-Bühler.

Evite las compras compulsivas.

El estrés y el mal humor suelen estar detrás de las compras impulsivas y decisiones financieras cuestionables, de las que a menudo nos arrepentimos, asegura Fauth-Bühler. 

Explica que el malestar emocional provoca que se “desconecte” en nosotros la región de control del cerebro responsable de gestionar los objetivos a largo plazo, retrasar la gratificación y resistir los impulsos y las tentaciones. 

En su lugar, “toma el timón” otra zona cerebral, denominada sistema de recompensa, demandando una gratificación instantánea que nos haga sentir mejor, señala esta psicóloga. 

EFE

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