Con el riesgo de irritar a China, el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, recibió el miércoles a la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, a quien describió como “una gran amiga de Estados Unidos”, en una tensa muestra de apoyo durante una inusual reunión de alto nivel en territorio estadounidense.
Cuidando sus palabras para evitar escalar las tensiones con Beijing de forma innecesaria, Tsai y McCarthy se mantuvieron lejos de los llamados de estadounidenses que quieren una postura más agresiva hacia China en defensa de la isla autónoma.
En su lugar, ambos funcionarios posaron uno al lado del otro en una muestra de unidad en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en California, reconociendo las amenazas de China contra el gobierno de la isla, pero dialogando únicamente sobre mantener la política que Estados Unidos ha sostenido desde hace años.
“El apoyo de Estados Unidos hacia el pueblo de Taiwán seguirá siendo, firme, inquebrantable y bipartidista”, dijo McCarthy en una conferencia de prensa posterior a su reunión.
McCarthy evocó la postura de Reagan en materia de política exterior de alcanzar la paz a través de la fuerza, y enfatizó que “esta es una reunión bipartidista de miembros del Congreso”, no de un solo partido político. Añadió que los vínculos entre Estados Unidos y Taiwán se encuentran en el momento más sólido de su historia.
Él y Tsai hablaron con la prensa con el avión presidencial de Reagan en el fondo.
Tsai dijo que el “inquebrantable apoyo le reafirma al pueblo de Taiwán que no estamos aislados”.
De cualquier forma, la formalidad del evento y la jerarquía de algunos de los funcionarios en la misión legislativa amenazan con chocar con la postura de China de que cualquier interacción entre funcionarios de Estados Unidos y Taiwán es un desafío al reclamo de soberanía de China sobre la isla.
Más de una decena de legisladores demócratas y republicanos, incluido el tercer demócrata de mayor rango en la Cámara de Representantes, acompañaron al republicano McCarthy durante la jornada.
Tsai dijo que subrayó ante los legisladores el compromiso de Taiwán de “defender el statu quo pacífico en donde el pueblo de Taiwán pueda seguir prosperando en una sociedad libre y abierta”.
Pero también señaló que «no es ningún secreto que hoy la paz que hemos mantenido y la democracia que tanto nos ha costado construir se enfrentan a retos sin precedentes”.
Estados Unidos rompió relaciones oficiales con Taiwán en 1979 al tiempo que estableció relaciones diplomáticas con el gobierno de Beijing. Estados Unidos reconoce la política de “una China” en la que Beijing reclama Taiwán, pero no respalda la reivindicación china de la isla, y sigue siendo el principal proveedor de ayuda militar y de defensa de Taiwán.
Para Tsai, fue la parada más delicada de una gira de una semana dirigida a fortalecer las alianzas con Estados Unidos y América Central. Ningún presidente de la cámara baja se había reunido con un presidente taiwanés en territorio estadounidense desde que Estados Unidos rompió las relaciones diplomáticas.
China ha respondido con muestras de poderío militar a los viajes previos de presidentes taiwaneses a Estados Unidos, así como a visitas de altos funcionarios del gobierno estadounidense a Taiwán. Después de que la entonces presidenta de la cámara baja fue a Taiwán en agosto pasado, China respondió con sus ejercicios militares más grandes en décadas, que incluyeron el lanzamiento de un misil sobre la isla.
Las autoridades chinas han prometido una respuesta contundente a la reunión con McCarthy, pero sin entrar en detalles.
La noche del miércoles, China declaró que “se opone firmemente y condena en los términos más enérgicos” la visita de Tsai, según un comunicado publicado por la agencia noticiosa oficial Xinhua a nombre de un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
China tomará “medidas firmes y contundentes para defender la soberanía nacional y la integridad territorial”, señaló el comunicado. Exhortó a Estados Unidos a “no dar otro paso en una dirección equivocada y peligrosa”.
Buques chinos han iniciado una operación conjunta de patrullaje e inspección en las aguas centrales y septentrionales del estrecho de Taiwán, según anunciaron el miércoles por la mañana medios de comunicación estatales. El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán dijo el miércoles por la noche que también había rastreado el paso del portaaviones Shandong del ejército chino por el estrecho de Bashi, al sureste de Taiwán
AP