Vamos a dar con los responsables. Tenemos las grabaciones. Y serán procesados con todo el peso de la ley”.
La anterior advertencia la repitió en varios comunicados este jueves, Richard Davey, portavoz de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), mientras avanzan las investigaciones para detener a quienes a principios de esta semana, destrozaron 97 ventanas en 45 trenes, un hecho que afectó mayormente a la línea W.
Los daños se calculan en 500,000 dólares, más el impacto que sufrieron miles de pasajeros en los servicios de los trenes D,N,Q,R entre martes y miércoles. Ya la frecuencia del Subway se había empezado a normalizar este jueves en la noche.
Las autoridades de la MTA aseguran que el daño que quebró los vidrios con algún objeto contundente, se produjo desde el interior de los vagones.
El acto vandálico ocurrió mientras los trenes circulaban por las líneas N, W, Q, B, D y F. La mayoría de los vagones dañados procedían de Coney Island en Brooklyn, aunque otros tenían su base en El Bronx y Queens.
Funcionarios del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) apuntaron a que quien sea arrestado por haber roto estas ventanas, enfrentará “cargos por delitos graves”.
Los uniformados no están seguros todavía, si el daño fue causado por una persona o un grupo de vándalos.
Todavía se están revisando las imágenes de vigilancia, aunque como indicaron en una rueda de prensa de la MTA, este sistema tiene “más cámaras que un casino de Las Vegas”.
La mayoría de las ventanillas de la parte trasera de los trenes, lejos de la cabina del conductor, quedaron destrozadas.
Davey lamenta que el vandalismo se apodere una vez más del sistema de transporte, justamente en una semana en la cual miles de niños y adolescentes inician el año escolar.
Por su parte, usuarios de la línea A, como la dominicana Clara Sánchez, de 60 años, asegura que en las noches “ni se asoma” por ese sistema de transporte: “A unos les da por atacar los vidrios, pero a otros por atacar e insultar a los pasajeros sin ninguna razón. Hay mucha gente con problemas mentales suelta”.
Ante esta incidencia que tiene precedentes en el año 2020, la MTA reitera que sigue en pie el proyecto de instalar dos cámaras de seguridad en cada vagón del metro para ayudar a los funcionarios a arrestar a las personas violentas.
