Una mujer peruana que se prestó como voluntaria en las pruebas de la vacuna de la gigante china Sinopharm contra el nuevo coronavirus, murió de COVID-19 a pesar de haber recibido las dosis correspondientes para la inmunización, informó este martes la autoridad sanitaria encargada del ensayo en Lima.
“Lamentamos comunicar que una de nuestras voluntarias falleció como consecuencia de una neumonía COVID-19”, indicó la Universidad Peruana Cayetano Heredia, encargada de los ensayos clínicos de la vacuna de Sinopharm.
La mujer, de 54 años y que estaba en aparente buen estado de salud antes de recibir las dosis en octubre, “recibió todos los cuidados indicados para tratar esta enfermedad y sus complicaciones y estuvo luchando por su vida por más de una semana, sin que pudiera vencer al embate de la misma” señaló la autoridad en un comunicado.
La universidad resaltó que no podía determinar si la voluntaria recibió la vacuna experimental o un placebo porque se trata de una prueba en “doble ciego, es decir, ni la participante ni nosotros, podemos determinar qué producto de investigación recibió”.
El fatal desenlace ha sido comunicado a las autoridades sanitarias peruanas y al comité de seguridad del estudio, para investigar las causas del deceso.
El gobierno peruano anunció este mes que había adquirido 38 millones de dosis de la potencial vacuna de Sinopharm.
Un millón de dosis de esa vacuna china debe llegar a Lima antes de fin de enero o en febrero para ser inoculadas a medio millón de trabajadores de salud y personal de las fuerzas de seguridad, según el presidente interino Francisco Sagasti.
Los ensayos clínicos de Sinopharm habían sido suspendidos temporalmente el 12 de diciembre por unas semanas luego de que surgiera una complicación de salud en uno de los voluntarios, un varón en esa ocasión.
Entonces, uno de los voluntarios presentó “algunos síntomas neurológicos que podrían corresponder a un complicación que se llama Guillain-Barré”, dijo Germán Málaga, investigador principal de los ensayos clínicos de la vacuna.
El ensayo, que se realizó entre septiembre y diciembre, involucró a 12.000 voluntarios con edades entre 18 y 75 años.
Perú registra 1,1 millón de casos confirmados de COVID-19 y casi 40.000 fallecimientos desde que irrumpió la pandemia en marzo.