New York.– El presidente Joe Biden lamentó las medidas anunciadas por Texas, que anuló la obligación de llevar mascarilla y decidió reabrir todos los comercios la próxima semana, pasos imitados este miércoles por Misisipi.
Según el mandatario, esas decisiones, justificadas por la masiva campaña de vacunación en curso, son un “gran error”.
“Espero que todo el mundo se haya dado cuenta ya de que estas mascarillas marcan la diferencia”, añadió, al señalar las crecientes cifras de muertos.
“No es el momento de levantar todas las restricciones”, coincidió Rochelle Walensky, directora de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la principal agencia federal de salud pública del país.
Esos llamados a mantener los esfuerzos ante la pandemia, en un país agotado por un año de restricciones, tienen cada vez menos peso ante las buenas noticias como la fuerte caída de los casos y fallecidos diarios en Estados Unidos y el avance de la campaña de vacunación.
El personal de salud estadounidense ya realizó más de 78 millones de inyecciones de vacuna de Pfizer y Moderna. En ambos casos se necesitan dos dosis por paciente.